La bomba mediática lanzada contra Israel al acusarle de ser los responsables de la caída de un misil en un hospital en Gaza llevaba una ojiva que Hamás suministró.

La repercusión inmediata a nivel mundial de la publicación que la inmensa mayoría de medios a nivel internacional distribuyeron no fue contrastada en lo más mínimo por los mencionados medios que acusaron a Israel de bombardear un hospital. Los medios de comunicación como venimos señalando hace muchos años son los colaboradores necesarios del yihadismo de Hamás y otros muchos grupos terroristas que son financiados por Irán en primer lugar y por Occidente que ingenua y peligrosamente cree que el leopardo puede cambiar sus manchas.

Los terroristas de Hamás y los leopardos no pueden cambiar la esencia de lo que son. Los de Hamás son unas bestias salvajes sedientas de sangre judía. La comparación con el leopardo es exclusivamente por no poder cambiar las manchas que cada uno lleva. Las nobles manchas de los leopardos se las puso la naturaleza. Las manchas de sangre con las que se viste e identifica Hamás se las ha puesto el solo con la inestimable ayuda de Irán. En el infierno los de Hamás estarán en la sección de bestias salvajes enjaulados y encadenados para siempre vigilados para que no se escapen por setenta espíritus de ojos negros.

El ingenuo Occidente en una gran mayoría, he incluso algunos en Israel, han creído hasta hace una semana que a Hamás se le puede domesticar y quitarle las manchas de sangre para que parezca un gato de compañía. El mundo ha cambiado hace pocos días al ver las imágenes de niños degollados, mujeres violadas, torturadas y asesinadas o personas de toda condición y edad quemados vivos. Las palabras de un padre al enterarse que su hija de ocho años había sido asesinada por Hamás en el kibutz donde vivían diciendo «su muerte fue una bendición» por no estar ahora en manos de los asesinos siendo torturada deja claro lo que ya muchos piensan de los salvajes inmisericordes yihadistas de Hamás.

El mundo ha cambiado y muchos que antes tenían esperanzas en resolver el conflicto con Hamás o los palestinos por la vía del diálogo o la negociación ahora saben que es y será imposible llegar a acuerdo alguno. No hay posibilidad de ningún tipo de que Hamás cambie la piel de sangriento asesino torturador y violador de mujeres, niñas, bebés, jóvenes, ancianos, niños o mayores. Lo que Hamás deja ver de ellos mismos es lo que son y por eso se exhiben. Las imágenes dantescas que los mismos asesinos han difundido por medio de las redes sociales no dejan la menor duda que merecen ser condenados no ha cadena perpetua revisable, como se dice en este país, sino a muerte perpetua que como es evidente no podría ser revisable.

Otra vez el periódico El Mundo después de incendiar al mundo entero acusando a Israel de lanzar un cohete contra un hospital en Gaza mientras escribo estas líneas publica que «Hamas e Israel se acusan mutuamente del bombardeo sobre un hospital de Gaza que deja cientos de muertos”. El periodismo, este tipo de periodismo, es muy peligroso ya que sirve a los intereses de aquellos que odian a los judíos poniéndoles como en este caso particular en peligro. Los periódicos siguen una línea editorial que está marcada por aquellas instituciones gubernamentales que les mantienen económicamente por la publicidad que insertan en el medio. El periódico El País uno de los medios más subvencionado por el gobierno por la inserción de la nombrada publicidad ha mantenido la falsa acusación contra Israel de ser el responsable del cohete que alcanzó al hospital.

El cohete de la Yihad Islámica, primos de Hamás, fue el responsable de alcanzar por fallo o por decisión interesada para los terroristas, el causante de las muertes no en el hospital que está entero sino en el lugar donde se estacionan los vehículos. La bomba mediática lanzada por los medios de comunicación, sin contrastar información alguna, cargada con la ojiva informativa que Hamás les suministró les hace corresponsables de un fuego que difícilmente se podrá apagar. Dar más credibilidad a los terroristas y publicar sin confirmación alguna lo que dicen es un error y un horror que no tiene perdón, ni olvido. Hazlo saber.

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