A la masacre de Hamás con el consiguiente rapto de cientos de israelíes y de otras muchas nacionalidades se les une los inductores iraníes que amenazan con atacar a Israel.

Toda amenaza a Israel provenga de donde provenga es un búmeran que volverá irremisiblemente a quienes lo lanzaron. Los ayatolas iraníes llevan en su ADN la destrucción y aniquilación de todos los judíos del mundo. El mismo oscuro espíritu que animó a los nazis es el que concita todas las amenazas contra Israel. Por hacer una reseña histórica hemos de decir que antes que los nazis plantearan la aniquilación total de los judíos, mucho antes, los persas descendientes directos de los actuales iraníes ya pretendieron aniquilar a todos los judíos de su mundo. Nada nuevo bajo el sol lo que estamos viendo en nuestros días.
La masacre salvaje la cual no sabemos cómo calificarla con más adjetivos terroríficos es la continua persecución mortal que los judíos vienen sufriendo a lo largo de la historia. La gran diferencia, grandísima diferencia, es que cuando los antepasados de los judíos actuales eran asesinados, torturados, quemados vivos, expoliados y en el mejor de los casos desterrados no tenían donde ir. No tenían tierra, nación, patria o estado. Hoy el moderno Estado de Israel es el garante de que toda agresión, persecución o masacre como la ocurrida recientemente contra los judíos, perpetrada por Hamás, será respondida con la misma fuerza e intensidad que los terroristas utilizaron. La justicia no es venganza, pero la venganza en este caso es también justicia.
Los ayatolas iraníes lanzan intemporalmente continuas amenazas que Israel toma en serio preparándose para todo escenario de guerra posible ante tan ancestral enemigo. En otras ocasiones quién escribe ha dicho que un día el Irán de los ayatolas desaparecerá de la faz de la tierra de una u otra manera. Las amenazas de Irán de atacar preventivamente al “Estado Sionista” son un terrorífico búmeran que los ayatolas lanzan contra ellos mismos. Tarde o temprano aunque en estos momentos parece más pronto que tarde el Irán sometido a la vileza de los ayatolas implosionará hacia sus venenosos adentros. La escena apocalíptica de un Irán en dónde las piedras no podrán tocarse sugiere algo más que una destrucción convencional por causa de un desastre natural o una guerra por muy destructiva que sea.
El mundo y como es evidente cada uno de nosotros debe estar preparado para los acontecimientos que trascenderán a la mano del hombre y que no podrá controlar por mucha tecnología que tenga o pretenda tener. La visión del mundo para Israel y para cuantos están conscientes de los tiempos excepcionales que estamos viviendo ha cambiado radicalmente desde el día que Hamás masacró vilmente a miles de inocentes ciudadanos de Israel y de otras naciones que estaban celebrando la vida conforme a la cosmovisión particular de cada uno de ellos.
La inmensa mayoría de israelíes y de ciudadanos del mundo ya no pensamos en flores, velas, ositos de peluche o notas en postales dejadas a modo de recuerdo en los lugares donde el terrorismo yihadista internacional ha causado otras masacres sean de la envergadura que sean. Los nuevos tiempos son de la búsqueda de justicia por las atrocidades cometidas contra toda la humanidad por parte de Hamás y resto de grupos yihadistas.
Los que están dispuestos a ser mártires asesinando a los infieles judíos, cristianos y occidentales en general se encontrarán con un infierno aquí en la tierra y otro en donde el carcelero es el mismo Diablo padre de toda mentira y asesino. Los yihadistas aman la muerte nosotros amamos la vida y la defendemos con justicia, firmeza y fe. No hay que pedir por la paz. Hay que rezar por la victoria total de Israel y el mundo libre sobre los enemigos de la vida aquellos que solo buscan la muerte. La paz vendrá cuando alcancemos la victoria. Sin la victoria no puede haber paz de ningún tipo. Hazlo saber.